sábado, 20 de abril de 2013

Artificio


Y ya no queda mucho
en el fantasma del silencio,
solo un viejo amor olvidado
tiñendo de ausencia mi cuerpo.
La penumbra acuosa
en el cadáver de la noche,
arrastra un modo incierto
de soñar con poder tocarte.
Y me permite por artificio
darme un instante del paraíso.
Entonces ya no estoy sola,
ni duele tanto el vacío.
Se forman arrugas sobre mis manos,
la sal del tiempo me tiñe de miedo
y un dejo inquieto y resignado
aviva el rencor de culpar lo incierto.
Entonces ya no hay nada
sólo un inerte abismo,
unas letras olvidadas
y las huellas de mis lágrimas
eternizando mi piel de frío.


No hay comentarios: