viernes, 17 de agosto de 2012

Cenizas y Diamantes

Ahora veo el punto.
Podría decir que estoy en mi mejor momento de lucidez.
Aunque la música fluya lejos y pareciera que todo se mueve lento,
en este estado todo lo puedo entender.
Entiendo la noche con todos sus espectros,
entiendo lo del karma, lo que no dijiste nunca y la fantasía loca de buscarte en los espejos.
Siempre me arrepiento de no poder escribir en estos momentos.
Tantas cosas lindas se me ocurren contarte.
Pienso en tu voz o en el recuerdo de ella,
pienso en todas las voces que se parecen a la tuya,
en las bocas que me hablan, en las que me besan,
en las que no hablan y sin embargo les queda tan lindo tu voz.
Pienso en la piel, en esas manos perfectas que adiviné bajo las sábanas.
Tus manos en las mías, mis manos disfrazadas de las tuyas,
pienso en cómo sabrías tocarme, el zigzagueo del contrabajo en el sexo,
pienso que no son tus manos las que toco ahora pero que por esta noche,
como otras noches, las besaré como si fueras vos quien me acaricia.
Pienso y pienso.
Todo es tan claro ahora.
Fluir es el secreto, tenerte siempre que quiera no depende del momento.
Poque te tengo tanto en mí como tengo este cuerpo que yace a mi lado,
al que ahora abrazo.
Ahora te abrazo.
Ahora lo veo muy bien.
Aunque mañana vuelva otra vez a buscar
siempre podré escapar y encontrate en mis derroches.

sábado, 4 de agosto de 2012

Certeza

Me pregunto si toda la vida será así.
Si debo obedecer, hacerme cargo o revelarme.
Guardo secretos de hasta mi misma,
me convenzo de cosas que no existen
y veo luz donde sólo hay penumbras.
Optimismo o idiotez?
Conformismo o cobardía?
Amarte.
Esa es la certeza.
Amarte con el cuerpo, la mente y la palabra.
Quererte cerca, para caer en tus remolinos,
en el amor de tu silencio, tu compañía.
Te he construido un altar.
Y aunque hay algo de perverso en este rito
algo he descubierto: amarte será la ceremonia más sanadora,
aunque la sangre me vaya en esto.
Quizás eso solo sea la vida.
Un sacrificio, un secreto, un amor, esta lejanía.