viernes, 2 de noviembre de 2012

Angel


La tarde se tiñe de misterio,
si cierro mis manos
y abro mi alma;
detrás de este anhelo,
mientras cruzo los dedos,
un ángel mueve sus alas.
Un solo deseo:
tan solo la calma,
un poco de cielo
para quebrar esta distancia.
Abro los ojos, dos cuerpos se abrazan.
Abro los ojos, tus ojos me calman.

No hay comentarios: