lunes, 23 de noviembre de 2009

Perpetuo


Dejame ser la gravedad que te envuelve y te arrastra hacia lo incierto,
la siniestra tempestad del miedo y sus despojos,
el vicio, lo mundano.

Dejame lamer el recóndito lugar de tu secreto y llevarte al desacierto,
el viaje de la noche que te violenta con su misterio,
el silencio, el despojo.

Dejame dibujar el secreto más fiel que te desangra y destroza tu cielo
la mano que toma el cuchillo y te asesina, la justicia,
el sacrificio, lo eterno.

Dejame ser el castigo perpetuo de este amor que te ama sin complejos.


L.

1 comentario:

Javier dijo...

Un poema, una declaración, rotunda, valiente, desnuda, apasionada y punzante. Un trozo de belleza profunda. Muy bueno. Saludos.