Vivo los días
como me fue trazado
me debilito en las noches
entre la luna y mi pasado,
mientras
y hasta no sé cuando,
voy a jugar con extraños.
Les voy a poner tu nombre
y el mismo calor de tus manos.
Quizás sea la única manera,
la mas idílica,
de cometer tu asesinato.
L.