Una calle, la luz rueda
desde un farol amarillo.
Junto a la sombra
sin ruido
la mujer con su cadera,
y el hombre el guapo florido,
ataja, por si cayera
su chambergo alicaído.
Y desde el fondo y de arriba
caen con gotas de bronce
las estrellas que se agitan
y al son que la noche enerva
llora el tango su canción
de piedra contra la piedra
y alguna gota ha rodado
mordiéndose el corazón.
El tango va despejando
su hueco sin rebelión
la noche ya es gris y se hace
un grito la voz del sol
y el chambergo y la cadera
se alejan
royéndose el corazón.
(Samuel Nemirovsky)
desde un farol amarillo.
Junto a la sombra
sin ruido
la mujer con su cadera,
y el hombre el guapo florido,
ataja, por si cayera
su chambergo alicaído.
Y desde el fondo y de arriba
caen con gotas de bronce
las estrellas que se agitan
y al son que la noche enerva
llora el tango su canción
de piedra contra la piedra
y alguna gota ha rodado
mordiéndose el corazón.
El tango va despejando
su hueco sin rebelión
la noche ya es gris y se hace
un grito la voz del sol
y el chambergo y la cadera
se alejan
royéndose el corazón.
(Samuel Nemirovsky)
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