domingo, 6 de abril de 2008

Doli


Su fantasma de dedos transparentes y dolientes aun recorren mi cuerpo.


Dije:

No vas a volver a este espacio que ya ocupaste
ya lo renté al mejor postor
y los besos que olvidaste
los guarde y los cubri de polvo
junto con el roce de tu nariz
que marcaba surcos en mi pecho.


El sopló fuerte enmudeciendome
y penetrandome firmemente se apoderó de mí.

Ahora mis dedos son los suyos.

Volví.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Certera L. Certera y sangrante.