miércoles, 6 de febrero de 2008

7


La noche, navegando
como ayer,
como siempre,
por aguas de silencio,
de calma,
de misterio,
Y el campo, las ciudades,
los árboles,
lo inmóvil,
rodando por el aire,
como ayer,
como siempre,
a miles de kilómetros,
hacia el sol,
hacia el día,
para seguir de nuevo,
sin descanso,
sin tregua,
el mismo derrotero
de oscuridad,
de estrellas.

¡Qué motivo de asombro!
¡Cuánta monotonía!

O Girondo


HABIENDO PERSONAS QUE TANTO PUEDEN EXPRESAR POR NOSOTROS,PARA QUE REDUNDAR EN PALABRAS QUE SEGURO SERAN LAS MAS IDIOTAS?


L.