sábado, 6 de diciembre de 2008

(E) bullir


Crucé la calle sintiendo a cada paso como el asfalto mutaba en un colchón gomoso creyendo que mis piernas iban a hundirse hasta las rodillas.Con mi mano temblando dizque el numero, esperé que el conmutador me acercara hacia tu voz … y ahí estabas.Cada palabra fue hilvanada con mil puntadas desde el corazón, quise no temer tanto ... pero no pude.
Luego de que la distancia pareciera disiparse ,y se asentara tras el polvo de mi ansiedad , recuerdo cada palabra que dijiste y el reproche que nunca dejó de caerse de tu boca,como si necesitaras no caerte solo en el vacío del precipicio de tus exigencias y me arrastraras tras de ellas.Cerré las ojos muchas veces y trate de imaginar que gestos traían esas frases al descuido,tu ropa, tu camisa desprendida…cada una de tus manos, tus caderas fuertes,masculinas.Quise saber si llevabas perfume, si la ducha estaba cerca,si antes de dormir pensarías un poco en mi.

Llegué a casa, alguien me esperaba ansioso e inquieto por la demora .Sentí tibio su abrazo en los músculos bajo la camisa apretándome fuerte, casi sin dejarme respirar, me pregunté si tan visible estabas, si tanto olía a vos, si corrí tan rápido para llegar a casa…como fue posible que quedaras tan impregnado en mi voz…en mis pupilas?

Traté de disimular la grieta que de a poco como un volcán en erupción bullía y corría por mi espalda, trayendo desde el ayer tantas sensaciones dormidas junto a la noche que nunca nos dimos...
La película empezó, de a poco me fui apagando , quizás mañana comience a llover.

Y para entonces tu avión habrá despegado llevandote lejos,hacia donde pertenecés, donde mis anhelos han derrumbado su nido, donde tu vida te tiene, donde los días me alejan.


L.

2 comentarios:

Mariela Laudecina dijo...

que bonita historia amiguita
me gusto mucho.
un abrazo
laudano

Anónimo dijo...

..!
R