Voy a destrozarte, por quererte mucho.
Voy a dejarte herido el cuerpo, el pecho y la fantasía.
Voy a ser lo que nunca podrás olvidar,
el dolor punzante del recuerdo en la garganta,
el error mas inevitable del cual pudiste escapar.
Voy a besarte el alma
y a devorarme todos los ingenuos espasmos de tus ojos.
Y después de haber ultrajado el poder de tu reinado,
de haberte destrozado en nombre de todos los hombres que me dejaron,
voy a ser quien diga adiós y lastime tu expectante idea del amor.
Entonces volveré a reírme de todo, a reír mejor.
Y podrás jurar que de todos los que quise,
siempre serás a quien amé más...
Si esa siempre fue mi recompensa por amar,
Deberías considerarte privilegiado.