esclavos del mismo fuego,
tu sexo entre mis labios
copa de eros que se rebalsa
me confiere un poder divino
de tener dos almas, un cuerpo,
de ser diosa y esclava
juego con el sarcasmo
de poseerte y ser dominada,
en una zigzagueante marea
de bocas, manos y espasmos,
para comer de la carne,
para beber de tu agua
el elixir de tu alma
que temblorosa y tibia que se derrama
soy un volcán envuelto en su propia lava