Tu eco
es una herida
sangranteen mi recuerdo.
Una mirada lasciva me sorprende,
se derrama por mi cuerpo
y en su nectar me sumerge.
Cierro los ojos,
abro mis labios,
y entre mis piernas la luz del sol emerge.
Y
yo
que
juré
no
amarte
me encuentro bajo esta luna rota
lamiendo
los
retazos
de
tu
nombre.
En algún punto conformamos dos extremos
el opuesto sentimiento que se atrae,
como el amor que de tanto alejarnosnos encuentra juntos del otro lado y se contrae.